Las personas que viven emociones y sensaciones intensas a menudo, pueden tratar de regularlas a través de la relación con otra persona. En esos casos se pueden desarrollar formas de “dependencia”, en el sentido de sensaciones y emociones intensas (ej. pánico, tristeza profunda, abandono, vergüenza) en su ausencia o alejamiento, también temporal. Lo mismo vale para los pensamientos, que acompañan esas emociones y sensaciones (ej. no puedo vivir sin ella/el; no soy nada/no valgo nada sin ella/el). En estos casos resulta eficaz quedarse con la persona que sufre sobre su propio sentir, para comprenderlo y regularlo, con el objetivo de incrementar la libertad de elegir a quien tener cerca, que puede ser también esa misma persona, pero con mayor alivio, focalización y falta de obligación o necesidad urgente.
En el tratamiento de estas problemáticas, pueden ser útiles algunos mapas y herramientas de la psicoterapia cognitivo-constructivista, orientadas a la comprensión, al desarrollo de la mentalización, de la aceptación y de la recepción de las experiencias vividas, así como la mindfulness para desarrollar una perspectiva sabia, que pueda acoger sus necesidades, incrementando así la autonomía de la persona en el manejo de si misma y la libertad de poder elegir cuando y con quien transcurrir la propia vida cotidiana.