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Teoría de la disociación estructural
Esta teoría nos ayuda a entender que nos pasa adentro cuando nos sentimos confundidos, debatidos (no se si se dice en espanol), como si tuviéramos uno o unos conflictos internos. Estos conflictos podemos notarlos al momento de tomar una decisión, o cuando nos sentimos mal, en todos casos esta teoría nos ofrece un mapa para orientarnos en el espacio interior, entendiendo cada perspectiva interna, su función, su valor y de qué aprendizaje puede haber surgido.
Además este enfoque nos ayuda a entender más los síntomas que tenemos y a construir un plano de curación para manejarlos y reducir su intensidad
La disociación es una respuesta adaptativa al abuso y al descuido, un mecanismo a través del cual el sistema sobrevive, pero al mismo tiempo la traumatización genera psicopatología (Gonzalez, Mosquera, 2012). En particular implica una fragmentación interna, definida compartimentación, y estados de desconexión y desactivación, definidos detachment (Liotti e Farina, 2011). El funcionamiento de la persona parece dividido en partes del sí definidas originariamente ANP y EP (Fantasmi nel sé, Van der Hart et al. 2006).
Las partes que funcionan en la vida cotidiana (o ANP) intenta mantener las actividades cotidianas y alcanzar los objetivos (escuela, trabajo, relaciones), que son incompatibles con la activación de las defensas, es entonces completamente desconectada del trauma (evitamiento o fobia del trauma).
Las Partes Emocionales (EP) al revés parecen “atascadas” en el evento traumático y re-experimentan constantemente las emociones, las sensaciones y los pensamientos correlatos. Son subsistemas defensivos rígidos y bloqueados en las experiencias traumáticas pasadas (llanto de apego, ataque, huida, congelamiento, colapso/sumisión), e irrumpen en el presente si algo las activa, a través de emociones, sensaciones o pensamientos intrusivos.
Las fases de la terapia previstas en las lineas guia internacionales para la terapia del trauma complejo y de los trastornos disociativos, establecidas por Van der Hart, Nijenhuis & Steele (2006) y profundizadas e integradas con el EMDR y la terapia Sensoriomotriz; y por Dolores Mosquera, en el centro Intra-tp a la Coruña, España, son:
FASE 1, estabilización: promoción de la cooperación, del desarrollo de la curiosidad con el objetivo de comprender, compartir informaciones para dar un sentido a las propias experiencias. Re-establecer además una autocura eficaz, identificando los elementos activadores del ambiente y promoviendo una regulación emocional y sensomotora, también a través de la introducción de recursos somáticos, intervenciones de reestructuración cognitiva, trabajo con las partes del sí y elaboración de las fobias de las partes también a través del EMDR Progresivo (Dolores Mosquera)
FASE 2, elaboración de las memorias traumáticas: “digestión” de los recuerdos perturbadores a través del EMDR, a menudo integrado con herramientas de la Terapia Sensoriomotriz
FASE 3, integración y rehabilitación de la personalidad: momento que suele ser muy duro ya que está conectado con la realización de los eventos pasados y a la reconstrucción del sí como un único integrado.
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